SEBASTIÁN TISSERA: El batero de Smoke Sellers
Con el sueño intacto, lograr vivir de lo que ama, Sebastián “Toso” Tissera transita con mucha intensidad los días previos a un nuevo Cosquín Rock (8 y 9 de febrero), edición más que especial, cumple 20 años. Es el baterista de Smoke Sellers, grupo cordobés con una importante trayectoria incluyendo varios discos y roce internacional con la gira realizada años atrás en México. A la banda la completan Gonzalo Ávila (voz principal), Franco Ferreyra (1ra. guitarra) y Franco Frete (bajo), los dos primeros oriundos de Tancacha y el restante de Río Tercero. Gentilmente nos recibió en su casa, en una charla distendida y agradable, hablamos de su inserción en los Sellers, su presente y conocemos algo más de su sentir, de su lado íntimo.
¿El cómo y el cuándo de tu llegada a Smoke Sellers?
Aproximadamente en el 2000 lo conozco al “Chalo” (Gonzalo Ávila) por intermedio de un
amigo en común, Nico (Nicolás) Esper, y en ese momento Chalo no tenía banda, tenía un
proyecto musical. Así que junto a Nico y Julio Linares tenemos una primera fecha en Casa Babylon (Córdoba). Ese fue mí primer contacto con Gonzalo y luego cada uno siguió con sus proyectos personales. Después de 18 años, me habla el bajista de Smoke Sellers, Fabricio Cerrato, bajista que tenía en ese momento la banda, con quien había compartido la agrupación Mey Dey. Me dice que se habían quedado sin batero y si me interesaba sumarme, fue en el momento justo cuando decido dejar la anterior banda, me cuentan del proyecto y automáticamente dije que sí. En un mes me tenía que aprender 10 canciones porque teníamos una fecha en Refugio Guernica en Córdoba, estamos hablando de septiembre de 2018.
Después de eso vinieron un par de grabaciones en estudio en Córdoba y prepararnos para el Cosquín Rock 2019, el primero de mi carrera, ya que para los Smoke era el cuarto. Ese es el recorrido de mi ingreso a Smoke Sellers, y siempre hablamos y nos reímos de la anécdota que fui el primer batero de Gonzalo y ahora he vuelto después de mucho tiempo.
Volviendo al primer encuentro con Chalo en el 2000, ¿por qué la consideración batero “humano”?
Chalo había empezado a cranear un par de canciones, las había grabado con instrumentos muy electrónicos, no tenía banda y ya había conseguido esa fecha (Casa Babylon). Ahí aparecimos nosotros los músicos humanos, por eso fui en definitiva su primer batero humano (risas).
Se viene una fecha muy especial para Cosquín Rock, el festival más federal cumple 20 años, ¿qué significa en lo personal y como banda, estar otra vez en sus escenarios?
En lo personal, es como seguir en el sueño. El año pasado fue un lindo sueño, haber tocado, como todo rockero y uno que entra en esta movida del rock, tocar en el Cosquín Rock es como emblemático. Tuve el sueño, tuve la dicha de tocar ahí. En este segundo, con toda la expectativa, con todas las ganas y con la experiencia de haber tenido uno. También eso tiene que ver con la madurez y la confianza que me han dado los chicos de la banda.
Como banda, creemos que será un buen Cosquín Rock, venimos con una propuesta de disco para sacar este año, seguramente vamos a presentar esas 10 canciones en el festival. Se viene un disco bien rockero, bien ruidoso, que promete mucho. Estamos muy confiados, venimos trabajando en eso.
Nuevo disco que tendrá como productor a Franco Ronchetti, voz del reconocido grupo cordobés 4 al hilo, alguien con mucho camino recorrido en el rock de Córdoba.
Se dio gracias al contacto de Gonzalo con Fran (Franco Ronchetti). Ya estuvimos grabando una pequeña maqueta de estas 10 canciones que figurarán en el próximo disco. Se vienen cosas lindas e importantes.
¿Se puede encuadrar a la banda en un estilo?
Desde que entré (2018), ya el año pasado la banda empezó a tener una mixtura interesante, es una banda que viene del rock psicodélico de los ’70, con algo de Stoner y alternativo, y siempre con composiciones en inglés. Ahora se tomó como meta componer en castellano, y las influencias musicales que tiene cada uno siempre se van a ver reflejadas en las canciones.
¿Cuándo nace tu amor con la batería?
Recuerdo a la persona, siempre que la cruzo se lo digo. En quinto año de la secundaria la tuve a Silvia Angles como profe de música. Tuve la dicha de tenerla. Me acuerdo que propone de toda la materia anual, en un momento hacer música en vivo, y es ahí cuando armamos una bandita con el curso y me meto a tocar la bata. Ese fue el despegue, el empezar en este camino, que es más que todo la batería, es en lo que más me desarmo y armo. Pasó eso, después me metí en el Conservatorio (Juan José Castro, Río III), empecé a estudiar percusión, 2 años y lo dejé, después comencé con cuestiones autodidactas. Haber tenido esa formación de Conservatorio me facilitó poder ir aprendiendo cosas como autogestión. También me ayudó mucho Franco Badino y el compartir data con los colegas aprendés mucho.
¿Existió un batero, músico que te dio vuelta la cabeza?
Bateros hay muchos que me dieron vuelta la cabeza y que me siguen sorprendiendo. Uno que me voló la cabeza fue Bonham (John Henry) de Led Zeppelin. Me acuerdo haberlo escuchado a principio de los ’90, cuando empezaba a incursionar en escuchar música, agradezco a mi hermano, Javi, que en paz descanse, que él me inculcó mucho esa cuestión del rock. Zeppelin, Van Halen, Deep Purple, Iron Maiden y después para acá, mucho rock heavy como Hermética, V8, Malón y podría estar nombrando a muchos. Pero como que Bonham fue el que me llamó la atención. En los nacionales, como sublime en la musicalidad, es Gil Solá (Federico, exbaterista de Divididos), y también amo mucho a Araujo (Jorge, ex Divididos). También hay muchos
bateros nuevos y prometedores.
En tu trayectoria, ¿incursionaste en otro género musical?
Tengo la oportunidad de pertenecer a la Orquesta Municipal (Río Tercero) y entre otras cosas, pude aprender sobre folclore y tango. Anteriormente, participé en una murga con estilo uruguayo, y en ese ámbito, pude desarrollar estos ritmos y también el candombe. Después con la intención de conocer lo latino incursioné en el cajón peruano, y en el 2006, ingreso como profesor de percusión en el Arte Nuevo, no recuerdo bien pero me parece hasta el 2014 o 2015. Todo eso, me llevo a estudiar distintos ritmos, diferentes géneros como jazz, rock y heavy.
Pedales, platos, bombo, la batería y vos, ¿qué sentís en esa comunión?
Soy yo, eso es. La verdad que es un cable a tierra, pueden pasar millones de cosas, muchas preocupaciones pero una vez que me subo a ella no hay otra cosa alrededor que es estar tocando y disfrutándola. Tratando de encontrarle todos los días algo distinto. Siempre me dicen que cuando toco se me cambia la cara (sonrisa).
Salvo algunas excepciones tengo la sensación de que el batero es el menos reconocido en una banda (risas)…
Puede ser. Quizá por la exposición, habría que probar con la batería adelante y el resto canta atrás, sería algo raro (risas). Hay bandas que han sido iconos y no sólo el cantante o la primera guitarra, sino también sus bateros que han tenido más prestigio. En el rock bata y bajo es la base, sino está esa base no es rock. Se puede confundir una letra el cantante y pasa desapercibido, el bajista también puede pifiar una notita y también el violero, pero si nosotros (bateristas) nos confundimos quedas muy expuesto para mal. Por eso es muy importante el trabajo, de precisión, coordinación, de llevar adelante a la banda. También le da el carácter.
¿Qué perspectivas tenés de cara al futuro?
Seguir en este camino y progresar en el instrumento, uno siempre piensa que le falta algo.
Un sueño…
El sueño que pretendo se construye, y es vivir plenamente de este instrumento. Ese sueño lo tengo que trabajar.
1 Comment
Hermosisima la nota!!! Felicitaciones a este gran batero de nuestra ciudad y muchos éxitos!!
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