No es un paso más: Adolescentes y literatura
En la actualidad, las editoriales que se dedican a la literatura infanto-juvenil se ven atravesadas por un sin fin de estímulos que tienen que ver con las nuevas tecnologías, las maneras diversas de relacionarse de los niños y adolescentes, y unos personajes muy particulares que marcan el rumbo o determinan en cierta forma lo que se lee y lo que no, lo que se convertirá en tendencia y lo que pasará como un simple suspiro: los booktubers, quienes desde su espacio personal (generalmente decorado y diseñado pensando hasta el más mínimo detalle) recomiendan a sus pares qué leer, cuándo, cómo y hasta a veces qué esperar de la lectura de tal o cual libro.
Es que «En la adolescencia, donde estamos mutando y no sabemos hacia dónde nos dirigimos, nace el deseo de libertad y de poder nombrarnos» tal lo menciona *Freddy Gonçalves da Silva (promotor de lectura, libretista de TV, escritor y especialista en literatura infantil y juvenil. Creador de la revista digital sobre literatura juvenil PezLinterna). Y para poder hacerlo, a veces resignificamos nuestra manera de ver el mundo a partir de lo que dictamine quien está, por ejemplo, del otro lado de la pantalla de nuestro celular.
Pero, también es cierto que en este inquieto proceso de búsqueda en el que se va dejando atrás la infancia, se buscan por un lado referentes y por el otro diferenciarse, resaltar esa característica que los hace uno, encontrarse, y para hacerlo hay dos ejercicios que suelen estar presentes, el de la lectura y el de la escritura.
La lectura porque ofrece la posibilidad de vivir en tantos mundos como libros a su alcance, porque, y sobre todo en la actualidad, son tantos los autores que vuelven su mirada a esta etapa y escriben sobre ella desde todos los géneros, creando maravillosas obras, cargadas de sentido, o de aventuras, tal eran los viajes interminables, exquisitos en los detalles, en los que nos sumergían autores como Julio Verne con sus 20000 leguas de viaje submarino, o su vuelta al mundo en 80 días. Hay textos de ciencia ficción que avisoran un futuro en mundos helados, sin sol en donde las estrategias de supervivencia entre los personajes son el hilo conductor y la trama que mantiene en vilo al lector hasta el final; hay novelas que narran la amistad a partir de la búsqueda de identidad, del encuentro de la música como camino, de un viaje revelador que deja atrás a una versión del personaje protagónico para dar lugar a una versión nueva y definitiva de ese ser… y otras mucho más livianas, que ayudan a distraerse sin pensar demasiado, etéreas pero cargadas de una lírica poética que atrapa igualmente.
Las editoriales de LIJ atraviesan por esos días, una vertiginosa etapa en la que deben deconstruir y volver a trazar todo el tiempo estrategias para alcanzar la atención de un lector exigente, que tiene una atención múltiple fragmentada hacia tantos espacios como aspectos le interese conocer. Un lector que si no es atrapado desde el comienzo, rápidamente cambia el rumbo y su ejercicio lector por otro que lo atrape y mantenga su atención hasta el final.
La escritura por su parte, encuentra nuevas maneras porque han surgido en los últimos tiempos, nuevos dispositivos a través de los cuales se puede no solo escribir sino ir compartiendo en línea lo que los va inspirando y el resultado de su proceso creador. Ya no se trata de bitácoras personalísimas que no se dejaban leer hasta el final, ni de blogs de escritura en los que se iban cargando los textos a medida que la inspiración acompañaba. Ahora existe también wattpad, una red social de escritura en la que tenemos la posibilidad de construir (o no) una identidad a través de la cual se suben textos que inmediatamente están al alcance de todos los seguidores y son ellos quienes pueden ir aceptando, «me gusta» mediante, o sugiriendo editar lo escrito. Son ahora entonces, tal como en las demás redes sociales, quienes legitiman lo que sigue o lo que no, pudiendo ser tan estimulantes como desmotivadoras las devoluciones o traduciendo simplemente en mayor o menor cantidad de seguidores a una determinada cuenta, con el efecto que de esto resulta.
Lo más llamativo de esta nueva plataforma es su alcance mundial. En esta caso, un adolescente puede crear su cuenta, comenzar a escribir y etiquetar, hashtag mediante, y automaticamente suba su texto, seguidores de cualquier parte del globo que usen un buscador y coincidan con la palabra referenciada, pueden tener acceso al texto en cuestión,sí, todo con la inmediatez que internet ofrece y la exposición también.
En watpad además hay foros, donde se pueden establecer relaciones con gente afín, con quien se compartan intereses y gustos, y nuevamente, esta gente puede estar en cualquier ciudad del mundo, escribiendo desde su casa, la escuela, un bar, una playa, una montaña, etc. Cambia entonces la concepción de lugar, los límites comienzan a esfumarse y la sensación es la de ser habitante del mundo, con la posibilidad de conocer y explorar diferenes idiomas, culturas, personas.
Volvemos a la pregunta inicial entonces ¿cuando comenzamos a crecer? y tratemos de pensar en qué medida, esta transformación del lector y del escritor que llevamos dentro interfiere en el proceso de ir dejando atrás la inocencia para dar paso al espíritu libre, desafiante y rebelde que implica desde siempre la adolescencia.
2 Comments
Excelente nota/reflexión sobre los jóvenes y la lectura!!!!
Buenísimo post, felicitaciones a quienes conforman el árbol cultura.
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