“Es transmitir el instante congelado en el tiempo para toda la eternidad”. Entrevista al fotógrafo Guillermo Báez.
¿Quién nunca quedó atrapado en una imagen o inquietante ante una fotografía? Esa que nos transmite o remite a un lugar, un momento. Sensaciones, sentimientos que afloran instantáneamente. A través del Árbol Cultura hablamos con el fotógrafo Guillermo Báez, quien ya tiene un largo recorrido profesional en este ámbito de las artes visuales. Atraído desde pequeño por la imagen, la escena, el sonido, en su vivencia por algunos años en Buenos Aires, cuando tenía tan solo 9 o 10 años de edad. En aquel subsuelo donde funcionaba un teatro en el colegio de ocasión quizá fue el despertar para lo que vendría después en estas tierras. Los invitamos a conocer esta historia, una más, de alguien apasionado por lo que hace, aquel que intenta “transmitir el instante congelado en el tiempo para toda la eternidad”.
-Contame a partir de qué edad te pico la fotografía…
-Tenía 17 o 16 años, mi abuela, la “gringa”, me regaló una filmadora JVC. Ahí empezó un poco la búsqueda, el interés a través de la imagen, de la imagen en movimiento, me empezó a gustar bastante, la cuestión técnica de grabar, de empezar a jugar con poder registrar, con los recuerdos, y ahí me interesó al punto de poder decir esto está muy bueno para crear. Crear la escena, la forma, una ficción o un documental o lo que fuese, crear imagen en movimiento. Entonces empecé cine cuando terminé el secundario en la ENET porque era lo que realmente me gustaba. Me encontré con un universo muy amplio, el sonido, y ahí aparece la fotografía. De fotografía no sabía nada, absolutamente nada. Cuando laburaba con la cámara, con la filmadora, sabía que apretaba un botón, empezaba a grabar y era un registro hacia una escena. Luz, cámara, y acción. Cuando tuvimos la materia de fotografía me encontré completamente perdido en ese mundo y bueno, ya me estaban exigiendo ciertos prácticos, fue medio así como de golpe. Era mucha cantidad. En ese momento los docentes no tenían mucha paciencia, ya tenían por ahí muchos años de experiencia, no sé si eran buenos o no, deben haber sido buenos en su momento, yo en ese momento andaba perdido. Un compañero de la facu, Juan, fue quien pudo guiarme un poco. Era como que me traducía lo que decía la profe de foto, por el hecho de que él ya venía de una carrera de foto, ya había hecho un terciario de fotografía. Entonces ahí cuando empecé a entender el lenguaje fotográfico me di cuenta que estaba buenísimo. Obviamente dije, el cine es el mejor de los lenguajes, pero poder entender esto es alucinante para llevarlo al cine. La carrera de cine se me estaba descontrolando porque tenía materias a la mañana y a la tarde, era un lío. Además, quería trabajar para poder bancarme los estudios. Inicié la carrera de fotografía en el 2006, y después a trabajar en un call center. También trabajé en casas de fotos en Río Tercero. Eso fue cuando empezó a picarme el bichito de la fotografía.
-¿Qué tipo de fotografía te gusta hacer?
-El universo fotográfico es muy grande. Se me destapó en un momento, que fue lo que trabajé también para la tesis de fotografía, una idea de poder generar una alteración a la fotografía donde rompí algunas normativas en cuanto al tiempo, al espacio. Son fotografías clave baja o con claroscuros, con importantes contrastes, y que genera un estilo bastante pictórico, llamado lucigramas. Es como pintar con luz.
-¿Qué te llevo a tener esa preferencia?
-Principalmente como para romper un poco lo establecido, buscar una vuelta diferente a una fotografía tradicional o quizás a lo que son los marcos ya seteados de la fotografía, por decir documental, publicidad o fotografía de evento. Fue como una búsqueda esa pequeña ruptura. Es el estilo que genera y el resultado es un poco azaroso, sorpresivo. Es una composición constante. Es bastante experimental. Más allá de la fotografía que se toma como trabajo lucrativo, lo que más me interesa es la fotografía personal, con mi sello propio, como los proyectos personales, tanto sean lucigramas o fotografías de una idea que se me viene a la cabeza y la quiero plasmar como para poder decir, mostrarla, quizás como un medio de arte.
-¿Qué intentas transmitir a través de la fotografía?
-Es muy amplio. Depende siempre de una situación, lo que uno esté captando. Generalmente, si vamos a un ámbito natural, es como transmitir un instante, un momento, el que uno está viviendo. Es como transmitir lo que uno está viendo, lo que está mirando. O sea, transmitir una verdad. En donde juegan un montón de conceptos. Puede ser catastrófica o hermosa, no sé…puede ser un documental, algo que es real o una verdad alterada. Es transmitir el instante, el instante congelado en el tiempo para toda la eternidad.
-¿Los trabajos que hacés dicen algo de vos?
-Sí, creo que los trabajos que voy realizando dicen algo de mí, de una forma directa o indirectamente. Por ahí más cuando es un trabajo que lo hago a mi propio deseo, a mi propia creación, como un trabajo personal. Cuando por ahí me encargan los trabajos también va a estar siempre esa, algo que estoy diciendo a través de mí. Quizás una manipulación de la luz o lo que fuese.
-¿En los momentos previos al trabajo de campo en qué cosas te enfocas?
-En los momentos previos al trabajo de campo me enfoco principalmente en el orden, poder conseguir el resultado deseado. En eso juega mucho el papel fundamental de la luz. Cómo armar una planta de luces o lo que fuese, es la previsualización de la imagen que tengo mentalmente. Cuanto más proximidad haya a eso, digo listo!…vamos por este camino.
-Actualmente a qué te dedicas con la fotografía…
-Actualmente con la fotografía, con fines de lucro, trabajo en lo que es publicidad para redes, para productos, un poco lo que es fotografía de gastronomía o de objetos, incluso también fotografía en recitales y además, fotografías que son de diferentes trabajos personales, que tengo pendientes y los voy realizando a medida que me da el tiempo. Con los estilos de fotografía de los lucigramas. En el día de mañana, tener un abanico de imágenes para mostrarlas desde una fotografía más conceptual como lo que estoy realizando con las explosiones en Río Tercero (1995), trabajo llamado souvenir.
Como último dataso…entre sus recientes trabajos, estuvo gatillando magia en el recital que brindó Richard Coleman en el mítico Pétalos de Sol (Córdoba), reconocido músico argentino que integró Soda Stereo, fue fundador de Los 7 Delfines, por citar algo de su dilatada trayectoria.
Muchas gracias Guille por habitar y compartir nuestro árbol!
El Árbol Cultura – “Amamos lo que hacemos, trazando puentes”