Testigo privilegiado de la última cena de los Redondos (Parte II).
Aquí les compartimos la última parte de la entrevista con el destacado periodista Martín Correa, uno de los autores del libro “La última noche de Patricio Rey”, cuya ilustración de tapa estuvo a cargo de Alfonso Barbieri quien supo ser integrante (acordeón, voz y guitarras) de la banda cordobesa Los Cocineros formada en el 2001.
Los invitamos a conocer un poco más de ese momento especial compartido con el Indio, Skay y la Negra Poli. Además, Martín nos da su mirada sobre el documental “Rompan todo” de Gustavo Santaolalla y cómo ve en el presente al rock de nuestro país.
-Después de la entrevista con lo que fue la cúpula mayor de los Redondos, ¿te queda alguna nota en tu carrera por hacer en sintonía sueño?
-Te diría que no. Es muy loco porque el sueño que tenía era hacer esa nota y se me dio bastante rápido. Recuerdo cuando le hicimos la primera entrevista pusimos en la revista “y ahora qué?”. Hicimos todo en el camino para llegar acá y se nos dio, y ahora qué hacemos (risas). En ese sentido cumplí bastante rápido ese sueño periodístico y también de fanatismo. Eso me ayudó mucho a tomarme lo demás con mucha naturalidad. Tuve la suerte de entrevistar a Charly, otro ídolo de mi infancia y juventud…fui tranquilo. A partir de eso pude disfrutar muchísimo cada encuentro con estos tipos que fueron la banda de sonido de mi vida. Me da también una cosa de privilegio. Lo asumo como eso y lo disfruto como eso. Pude hablar con la gente que admiraba, pude preguntarle lo que quise, siempre salí bien parado con ellos que era algo que me importaba…que no les pareciera un pelotudo (risas). Estoy contento con esa carrera que pude armarme. Vamos a ir con la radio (Mega 98.3) a Cosquín Rock (12 y 13 de febrero 2022, Santa María de Punilla) y me encanta eso, por momentos digo “ya estoy mayor (risas)”…me carga las pilas. Todavía lo disfruto.
-Dijiste que siempre preguntaste todo pero ante el Indio, Skay y Poli no te quedó ninguna guardada por miedo a quedar como un pelotudo o sentir rechazo (risas)…
-No, para nada. Teníamos esa impunidad. Preguntamos cualquier cosa obviamente con el miedo que nos digan eso. No sé, teníamos una especie de caradurismo, y eso también nos ayudó a que ellos nos quisieran. Hace poco le llevamos el libro a Skay y Poli, y también nos daba miedo, son personas muy especiales, no son cualquier personaje, nunca sabés qué va a pasar. Le hablamos a Poli y nos citó en un bar, también en Palermo, pensamos que iba sola y también fue Skay. Estuvimos merendando, ellos mirando el libro, riéndose de la tapa y conversando sobre su historia. Creo que eso también es una aceptación de ellos, una confirmación de que está todo bien. Pienso que el Indio es más especial, si tuviéramos la posibilidad creo que él entendería, por lo pronto no nos puteo (risas), y que no lo haya hecho te da la pauta que está todo bien (risas). Porque todos los libros que salieron de los Redondos y que él no auspiciaba no les dio bola o habló mal. De éste (La última noche de Patricio Rey) no dijo nada, lo cual para nosotros es una tranquilidad. Sabemos que lo tiene, pero no dijo nada. Tenemos una bendición tácita (risas).
-Ósea que 20 años después siguen tranquilos…
-Sí. Teníamos esos nervios por si interpretaban mal el libro. En el equipo discutimos eso, si los llamábamos para avisarles que íbamos a hacer el libro. Lo charlamos bastante y decidimos que no, que se lo íbamos a dar cuando este listo. Estábamos muy seguros de nosotros respecto de ellos, con el respeto que estaba hecho este libro y del amor por ellos.
-Te llevo al documental “Rompan todo”…¿qué opinión tenés sobre el espacio que le dan a los Redondos?
-Me parece que es coherente con lo que busca ese documental, es para Latinoamérica, para el mundo, de cómo contamos el rock latino. Y los Redondos son un fenómeno argentino…nada más. Uruguay tal vez, si vas ahí son todos ricoteros. No hay otros países en los que los Redondos sean una banda popular como sí lo son Soda (Stereo), Fito (Páez), Charly (García) y todos los monstruos que tenemos y tuvimos acá. Por lo tanto no me pareció mal. Y está bien, es un producto hecho por Santaolalla (Gustavo) para todo el público latino…entonces si a un mexicano o colombiano te pasas una hora hablando de los Redondos se va a embolar, no puede entender el concepto, no entiende el fenómeno.
-¿Qué opinás del rock argentino actual?
-El rock argentino siempre se reinventa. Hay géneros que continúan en el tiempo, siempre vas a tener una banda de rock and roll nueva, de reggae, de punk, de lo que quieras…y después aparecen nuevos subgéneros que son muy interesantes. Y como el rock absorbe nuevos sonidos urbanos que aparecen y se juntan, lo cual te habla de que el rock argentino está totalmente instalado, pensar que tiene 50 años, está instalado como una cultura argentina. En su momento fue el tango, el folklore y me parece que desde un tiempo para acá el rock tiene ese lugar. Es muy importante el rock, ya son varias generaciones escuchando rock. Y me parece interesante lo que aparece. Por trabajar en la Mega tengo mucha suerte de escuchar lo nuevo y me enojo bastante con los que dicen en este ambiente “el rock murió”, me molesta cuando se hace peyorativo porque siempre hay cosas nuevas para escuchar. Es cuestión de tener la cabeza abierta para escucharlos. El rock es un concepto cultural. Creo que el rock argentino está recontra vivo, en el mundo te diría que está el rock inglés, el yanqui y el nuestro como fenómenos culturales. No existe en otros lugares que el rock sea tan importante…en España existe pero no es un fenómeno tan popular. Al rock argentino lo pongo en el podio mundial y me encanta seguir vinculado a eso. A lo nuevo le presto atención. Los pibes vienen con la cabeza mucho más abierta y no sólo en cuanto a lo musical…bueno el Indio decía eso en las notas con nosotros y en otras, que hay que buscar información en los jóvenes y no en los viejos (risas), podemos contar historias pero los pibes tienen la data de ahora. Yo le pregunto cosas a mi hija y me contesta con tanta naturalidad porque es lo que está viviendo.
El Árbol Cultura – “Amamos lo que hacemos, trazando puentes”