Adrián Abonizio y La máquina invisible, dos generaciones unidas por el tango presentan «Ciudad Malandrina»*
*Por Maxi Carranza
La mayoría de los medios, al mencionar el currículum de Adrián Abonizio citan la autoría de “Mirta, de regreso” y “El témpano” -en ese orden- cual texto de gacetilla de prensa. Sin dejar de reconocer la importancia que tuvo el primero para la proyección de La Trova Rosarina, no son las únicas páginas del compositor que perviven en la memoria colectiva. Habría que agregar “Historia de Mate Cosido”, “Dios y el Diablo en el taller”, “Constitución de noche” y “Dormite patria” entre otros títulos memorables. Recientemente, el rosarino acaba de presentar su nuevo material llamado Ciudad Malandrina (Acqua Records), una coproducción con el grupo La Máquina Invisible, coterráneos del músico. En este álbum, Abonizio regresa al tango tras su incursión en el 2013 con Tangolpeando (Sello Blue Art). Ese trabajo significó un debut más que auspicioso con el género, ya que obtuvo un Premio Gardel en el rubro Mejor Álbum Nuevo Artista de Tango. El músico ahora redobla la apuesta con Ciudad Malandrina que posee doce composiciones originales arregladas por este joven quinteto de tango contemporáneo. El disco se estrenó en vivo el pasado 12 de noviembre en la Sala Lavardén de Rosario, otro sitio emblemático de la ciudad Cuna de la Bandera. En una charla exclusiva para El Árbol Cultura, Abonizio habló del nuevo material y –como no podía ser de otra manera- de fútbol.
LA MÁQUINA INVISIBLE
En primer lugar, Abonizio fue quien se acercó a los chicos del conjunto rosarino: “es un milagro tocar con ellos porque generacionalmente nos tocamos en el tango, no en la edad porque puedo ser el abuelo de ellos. No vengo del tango sino que voy a él, ellos vienen y van al tango. Siempre los seguí y me gustaron. De algún modo me ayudaron a terminar los temas, que las historias no queden embalsamadas sino que revivan” expresó el autor. Por su parte, la formación nació en 2013 con el objetivo de interpretar un repertorio capaz de abarcar estilos clásicos y las nuevas sonoridades del género. Su disco homónimo La Máquina Invisible (2017, EMR) les valió el premio Rosario Edita a Mejor Disco de Tango de 2017. Ese mismo año, el grupo se consagró ganador en el Primer Concurso Internacional de Nuevos Ensambles de Tango. En la actualidad está integrado por: Guido Gavazza (bandoneón), Manuel Martínez Serra (piano, composición y arreglos), Facundo Jaime (guitarra) Pablo Galimberti (violín) y Mauro Rodríguez (contrabajo). Como artista invitado participa Martín Tessa en guitarra eléctrica, un referente del tango rosarino.
FÚTBOL AURIAZUL
La conversación con Abonizio se inició hablando de Rosario Central y más precisamente sobre Nahuel Molina Lucero. El defensor cordobés, oriundo de Embalse, es un número fijo en la selección de Scaloni y tuvo su paso por Central, el equipo que desvela al músico. En la escuadra “canalla” sumó apenas una veintena de partidos pero su calidad dejó un recuerdo indeleble: “en Central jugaba de cuatro o de ocho. Lo prefería en el mediocampo porque era muy inteligente. En defensa no era un cuatro pegador, era muy elegante. No me sorprende que esté en la selección, es un recuperador y ha tirado unos centros brillantes. Un jugador fino que lo pude disfrutar en Central. Si algo tiene de bueno el DT es que descubre jugadores que no aparecen en el radar más vendedor” señaló el compositor. En el ambiente, se conoce que Abonizio es el más futbolero de La Trova Rosarina y se comenta que llegó a suspender actuaciones porque coincidían con partidos de su equipo. Del presente “canalla” se refiere de la siguiente manera: “no miro los partidos de la selección, decidí no verlos, me hace perder mucho tiempo el fútbol. Lo único que veo es Central y cuando me dicen cómo puedo perder tiempo viendo a mi equipo les digo que Central no juega al fútbol, está inventando otro deporte que no se sabe cuál es. Hay que darle tiempo hasta que lo patente. Son épocas” expresó el músico entre risas. En 2001 Abonizio grabó en el disco Música para canallas, un compilado con canciones dedicadas e Rosario Central, en el cual participa Joaquín Sabina, entre otras figuras.
CIUDAD MALANDRINA
La primera canción del repertorio es precisamente la que titula el álbum y no hace falta ser muy perspicaz para saber que está dedicada de Rosario. El músico habló de esta mirada tan particular de su ciudad natal: “es una ciudad malandra, siempre lo fue mientras tanto no cambien las cosas. La quiero y la padezco, por eso vivo acá pero uno agarra los diarios y da miedo. De alguna forma, todos sabemos donde están los problemas. Hay un mapa establecido, que todos conocemos, donde no se puede andar ni salir de noche. Los rosarinos no tenemos la culpa de la ineptitud de quien tiene que parar esto. Por otro lado, mi abuela me decía cariñosamente malandra cuando era chico porque era muy inquieto. Es una palabra en desuso y con ella traté de ponerle un poco de cariño a tanta sangre vertida. Es una ciudad extraña donde se ven los extremos, que son horribles. Ves que se construyen edificios todos los días y no hay agua en los barrios. Esos extremos me hacen mal y me vi obligado a reflejarlos en esa canción con cierta dosis de ironía” expresó el compositor a este medio. Tampoco es la primera vez que dedica una página a su querida ciudad portuaria. En el disco solista Todo es humo (2000) escribió un tema titulado “Echesortu”, para el barrio rosarino donde se encuentra la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno.
PRESENTACIÓN
Ciudad Malandrina se presentó en la Sala Lavardén de Rosario (Mendoza y Sarmiento), el pasado viernes 12 de noviembre. En este histórico lugar, ubicado en pleno centro de la ciudad, supieron tocar todos los integrantes de la Trova Rosarina a principios de los ochenta. De hecho, Fito Páez colaboró en su restauración para convertirla en un ámbito óptimo para grabar y allí registró el disco Circo Beat, en 1994. Actualmente, Plataforma Lavardén es un complejo cultural con salas para espectáculos y espacios donde se desarrollan numerosas actividades. Para La Máquina Invisible, significó volver a los escenarios con público presencial después de un año de no tocar en vivo. Este medio contactó a Manuel, el pianista del quinteto, quien se refirió al inicio de la sociedad creativa con Abonizio: “no nos conocíamos personalmente. Desde la primera reunión fue muy divertido. Nos dio libertad para crear sin ningún tipo de condicionamientos. Es una leyenda y un pedazo de la historia actual de Rosario, hasta futbolísticamente, porque es un militante de Central” comentó el músico a El Árbol Cultura. Unidos por la música ciudadana, estas dos generaciones invitan a internarse en los recovecos de una ciudad malandrina, llena de historias y personajes como el tango mismo.
Ficha técnica:
Adrian Abonizio – La Maquina Invisible – Ciudad Malandrina
1 Ciudad Malandrina
2 Bar de Copas
3 No Sé Si Fue
4 Quedate un Poco Más
5 Alba de Garúa
6 Marilina
7 Taxi
8 Juan de Noche
9 Un Guasap de Perón
10 Una Abeja en la Luna
11 La Chica de las Marionetas
12 Acerca del Tango
Arte de Tapa: El Dorado Estudio
Grabado en el Complejo Cultural Atlas en Diciembre de 2020 por Jorge Ojeda y Guillermo Palena (Estudio In Situ), Ciudad de Rosario, Argentina.
EL ÁRBOL CULTURA – «AMAMOS LO QUE HACEMOS, TRAZANDO PUENTES»